Durante esta década, un grupo de jóvenes
poetas comienza una nueva andadura que, aunque arranca de la poesía social,
poco a poco va distanciándose de ella.
Estos poetas presentan rasgos comunes:
- Autobiografismo: han perdido la esperanza en la eficacia de la poesía social como arma y los temas sociales ceden terreno a los temas personales. No abandonan la conciencia cívica y denuncian, con ironía, la situación de la España de su época.
· La
poesía se convierte en un cauce de indagación de la propia existencia.
· Lenguaje
conversacional e intimista, caracterizado por una aparente sencillez y claridad y por el distanciamiento irónico con
respecto a las propias emociones. Parodia,
ironía, juegos de palabras sorprenden al lector.
Entre los autores de esta generación se
encuentran:
Ángel González. Los temas fundamentales de su poesía
son el amor, salvándolo del desastre; el paso del tiempo y la crítica social.
Destaca Tratado de urbanismo.
Jaime Gil de Biedma. Expresa con lenguaje coloquial su
visión desencantada de la vida en libros como Moralidades. También destaca su poemario Compañeros
de viaje donde trata
temas como la infancia, la adolescencia, la ciudad y el amor terminado.
Claudio
Rodríguez. En su
poesía, de cierta tendencia al realismo, hace uso de un lenguaje coloquial.
Destaca Alianza y condena donde la contraposición de la luz y la sombra
o de sentimientos como la alegría y la tristeza se muestran como una expresión viva
de la intensidad de la realidad y el lenguaje.
José
A. Goytisolo. Dedicó
a su hija el que después sería su poema más conocido: Palabras para Julia, un
poema asombrosamente doloroso en su intento por dar a su hija un aliento que
finalmente él no logró encontrar. También sobresale El retorno, que constituye una meditación metafísica sobre la
muerte y sobre la vida.
Paula Castejón Sánchez.
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