“Alma”, Manuel Machacado
Este
poemario tiene una gran influencia del modernismo, y en especial, de Rubén
Darío.
El
libro comienza con un tono un poco angustioso. Nos invita a ver su universo más
íntimo plagado de tristeza y afectividad.
Basta
con leer el primer poema del libro para ver lo desalentado y afligido que se
sentía.
Mi
voluntad se ha muerto una noche de luna
en
el que era muy hermoso no pensar ni querer…
Mi
ideal es tenderme sin ilusión ninguna…
De
cuando en cuando un beso y un nombre de mujer.
Sin
embargo, conforme vamos pasando las páginas, Manuel Machado empieza a mostrar
un mayor interés por lo extremo, por aquellas cosas con las que se siente más
identificado. A partir de ese momento el poeta empieza a fijarse en la belleza
que lo rodea, aunque sin dejar atrás su parte pesimista, prestando atención a
la soledad de los seres y paisajes. Un ejemplo sería este poema dedicado al
cuadro de Velázquez con la figura del monarca:
Es
pálida su tez como la tarde,
cansado
el oro de su pelo undoso,
y
de sus ojos, el azul, cobarde.
Sobre
su augusto pecho generoso,
ni
joyeles perturban ni cadenas
el
negro terciopelo silencioso.
Valle-Inclán
Sobre
su poesía podemos decir que agrupó sus tres libros en uno, llamado “Claves
líricas”.
- Aromas de leyenda”, plagado de sensualismo y melancolía. Además, Valle aún mantiene vínculos con su Galicia natal <<pobre abuela olvidada y mendiga>>.
- Con “El pasajero”, su estilo modernista se perfecciona. Desarrolla temas de gran repercusión: la muerte, el dolor, la vida, la pasión, la eternidad…
- En “La pipa de kif” se conoce a un Valle-Inclán más innovador y rupturista.
Respecto
al género teatral destacó su obra “La marquesa Rosalinda”.
Joan Maragall
En
sus obras desarrolla la doctrina de la «palabra viva» mediante la que rechaza
las palabras vanas con la fuerza espontánea de la sinceridad, lejos de la
retórica. Su obra más destacable fue,” L’oda infinita”, que consiste en una
alabanza por la vida humana y la vida eterna que, atendiendo a sus creencias,
perduran, por lo que son "infinitas".
Salvador Rueda
Su
fuente de inspiración provenía de la naturaleza. En sus composiciones buscó la armonía,
basada en la melodía y el ritmo. La estructura de sus poemas está compuesta por
un lirismo vital con una rima y una métrica que nos mantiene despiertos. Estas
características se pueden apreciar en el siguiente poema llamado “Novia de la
tierra”:
Mirarte solo en mi ansiedad espero,
solo a mirarte en mi ansiedad aspiro,
y más me muero cuanto más te miro,
y más te miro cuanto más me muero.
El tiempo, pasa por demás ligero,
lloro su raudo, turbulento giro,
y más te quiero cuanto más suspiro,
y más suspiro cuanto más te quiero.
Deja a tu talle encadenar mi brazo,
y, al blando son con que nos brinda el remo,
la mar surquemos en estrecho lazo.
Ni temo al viento ni a las ondas temo,
que más me quemo cuanto más te abrazo,
y más te abrazo cuanto más me quemo.
Francisco Villaespesa
Tras
algún tímido intento narrativo (Los suaves milagros), Francisco Villaespesa se
inició como autor dramático con “El alcázar de las perlas”.
Lo
más destacable de su producción, sin embargo, es la poesía. Sus versos, ricos
en imágenes y metáforas, tuvieron una excelente acogida por parte de la
crítica, que lo saludó como "el poeta de los nuevos tiempos".
Villaespesa publicó los poemarios “La musa enferma” y “El jardín de las
quimeras”.
Juan Ramón Jiménez
La
etapa sensitiva fue la que tuvo una mayor influencia del modernismo. Predomina en su
poesía el amor, la melancolía, los recuerdos, la sensualidad y la muerte, pero
todos ellos vistos como un desafío. Un ejemplo de esta etapa es su obra en
prosa, “Platero y yo”, donde el autor nos comunica sus vivencias y sus estados
de ánimo. Supone una visión del hombre en contacto y armonía con la naturaleza
que le rodea.
“Y el alma, Platero,
se siente reina verdadera de lo que posee por virtud de su sentimiento, del
cuerpo grande y sano de la naturaleza que, respetado, da a quién lo merece el
espectáculo sumiso de su hermosura resplandeciente y eterna.”
Antonio Machado y
José Martínez Ruiz, Azorín
Estos
autores no pertenecen al modernismo sino a la famosa generación del 98. No
obstante, presentan en sus obras características propias del modernismo. Rechazan
el mundo burgués y materialista lo que les lleva a valorar el "arte por el
"arte”. Como consecuencia se crea un lenguaje refinado y exótico, repleto
de adjetivos sugerentes y figuras literarias (metáforas, comparaciones…).
Paula Castejón Sánchez.
Paula Castejón Sánchez.
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