domingo, 19 de noviembre de 2017

El teatro de Valle-Inclán

Como ya dijimos en la entrada dedicada a Valle-Inclán, su teatro se divide en tres ciclos: el ciclo mítico, el de la farsa y el del esperpento.

El ciclo mítico


En este ciclo, las obras se ambientan en una Galicia arcaica, violenta y patriarcal. Valle-Inclán muestra al ser humano tal y como es (cruel, codicioso y lascivo) en un espacio mítico y atemporal. Las obras más representativas de este periodo son Comedias bárbaras (1907-1922) y Divinas palabras (1920).


El ciclo de la farsa


Las obras de este ciclo se basan en un continuo contraste entre los sentimental y lo grotesco. La caricatura esperpéntica que aparece en estas piezas anuncia la nueva mirada que Valle-Inclán va a dirigir sobre la España contemporánea. Destacamos las siguientes obras: La marquesa Rosalinda (1912) y Tablado de marionetas para la educación de principes (1910-1920)


El ciclo del esperpento


Valle-Inclán es el creador del esperpento (género literario que se caracteriza por la presentación de una realidad deformada y grotesca para destacar lo absurdo y miserable de la existencia). En este ciclo se distorsiona la realidad a través de la ironía y la degradación. Para lograr el efecto deformante, Valle-Inclán usa la animalización y cosificación de los personajes. La obra más importante es Luces de bohemia (1920).


              Imagen relacionada           



Explicaremos las obras anteriormente nombradas en las siguientes entradas.

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